domingo, 26 de junio de 2011

Prefiero vestir santos a desvestir ratas... o hamsters

Hoy publiqué en FB mi célebre frase "Hámster: Bonito y todo, jamás deja de ser una rata" me hizo muchísima gracia (por aquello de que la gracia se hace, no se da) ver que mi amiga @vivalanacho se inspiró de esa forma loca en que suele inspirarse e hizo famoso al animalito que ha amargado mi existencia por poco menos de dos años... Así como ella lo describe, el hámster es ese animalejo escurridizo y adorable que uno no se siente capaz de dejar, que siempre lo hace sentir culpable con la mirada así uno no haya hecho nada, y que más de una a querido matar a punta de escoba pero cuando por fin se decide se da cuenta que no puede ser tan miserable y termina llorando y pidiéndole perdón.
Pero como mi querida amiga ya describió al protagonista del nick, creo que mejor invierto esta entrada en describir por qué la propietaria del hámster (aunque creo que es ella la que termina siendo mascota) se apega tanto a éstos bichos... 

Desde niñas es evidente que las ratas de éste tipo nos inspiran ternura, como la pobre Susanita, no sé en qué pocilga vivía esa niña pero se sentía dichosa de tener la rata al lado, que por demás se cree la última rata de la madriguera, porque sueña que es un gran campeón jugando al ajedrez ¬¬' y como buen payaso, le gusta el cine, el fútbol y el teatro, baila tango y rock & roll (se les hace familiar?)... bueno; luego viene la ilusión del Ratón Perez, ahhhh jmdr y a más de una ese la tumbó!!! el único que se salva pero es el más perverso, es Topo Gigio, que rata, rata, no es, pero roedor al fin y al cabo, ese nos cantaba y nos mandaba rapidíto a la camita, pero vaya uno a saber con qué intenciones lo hacía...
No es en balde que ya hechas y derechas, adoremos los hámster, se ven divinos calladitos, logran ser la compañía perfecta, y tarde o temprano, mamá y papá terminan aceptándolo mientras no salga de la habitación...
Por eso, cuando una vez me dijeron "Por exigente va a terminar vistiendo santos" yo sólo pude responder "Prefiero vestir santos a desvestir ratas"

domingo, 19 de junio de 2011

Baby Banana también puede ser cursi... de hecho, es muy cursi

Cuando veo Notting Hill soy capaz de llorar durante el 80% de la duración de la película y creo que ya me sé los diálogos completos (en inglés). Dentro de la lista de música de mi PC, de cada 8GB puedo asegurar que 6GB me ponen emotiva y que desgraciadamente tengo un maldito calendario biológico que hace que recuerde las fechas con tal facilidad que el historial de conversación de messenger me queda pequeño.
Romper vínculos no se me da, reprogramarme, olvidar detalles, no es lo mío... la memoria es enemiga de la rendención e íntima complice del rencor o de la nostalgia en mi caso. La canción de Lisa Loeb, Stay la cual me parece excelente y me vanagloriaba de cantarla muy bien se ha convertido de mis peores enemigas en el reproductor pero aún así no soy capaz de eliminarla, ni siquiera mirarla de frente, son esos vínculos que creí perfectos y de un momento a otro se desmoronaron en frente mío a pesar de que llegué a pensar que eran invencibles.

Ahora que noto que nada es invencible y mucho menos yo, sólo queda aprender a aceptar cuando se es derrotado para poder seguir adelante, evitar ser tan "naive" porque no siempre va a funcionar eso de "I'm just a girl, standing in front of a boy, askin' him to love her..." de eso, puedo dar completa fe...
Powered By Blogger