sábado, 23 de octubre de 2010

Se llegó Octubre... y con él, reaparecen las brujas!

Ha llegado el mes que más me apasiona en el año; octubre, mes de disfraces y dulces, y obviamente no puede faltar una que otra bruja que hace su aparición triunfal como araña trepadora y los "encantadores de gatas" como diría mi psicoanalista aprovechan la situación.
Escoger el disfraz se torna una situación un poco bochornosa y a ratos tediosa, ya que el estandar de matadora sexy sin parecer araña trepadora se complica y es una odisea al tratar de evitar llegar a la fiesta y encontrar el ejército de clones con el mismo atuendo... claro está, cuando se dispone de una fiesta.
El arte de buscar una invitación de halloween, radica en encontrar un lugar donde haya alguien más ridículo que usted, algunos buenos amigos suyos, y much@s más fe@s que ud, con esto "coronó", procure no emborracharse ya que las escenas más embarazosas son patrocinadas por accesorios de disfraz ajeno y si hace levante que ést@ no crea que su personalidad es la misma que la de su divertido caracter (sobretodo si ud joven se las dio de chistoso y se disfrazó de Drag Queen).
Yo por mi parte ya tengo mi disfraz, varias opciones de fiesta y amigos en el mismo plan, espero que lo que queda de acá al 31 de octubre no tenga que dedicarme cumplir con rol de cazadora de brujas o de ghostbuster.

lunes, 4 de octubre de 2010

Poder de Decisión... de cómo se escoge la vida que se quiere tener

A veces decidir es demasiado sencillo, a veces es cuestión de instinto, a veces ni siquiera hay que pensarlo. Otras en cambio, se trata de martirizarse, de reventarse la cabeza y darse cuenta que cada vez, se está más confundido.
En este momento que no es sencillo, que no es tan fácil como antes, hay mil dudas y la mente está del otro lado, comenzar de cero no es una opción, pero tampoco lo es seguir igual.
Es ahí cuando uno se cuestiona si depende de uno, si está en manos de uno y es más duro aún darse cuenta que ya ni siquiera duele, ya ni siquiera sorprende ya un "Si" o un "No" da igual, uno se vuelve facilista y reacciona según lo que venga porque ni siquiera se tiene la ilusión o las ganas de planear, "que sea lo que Dios quiera" es el lema y "Dios sabrá cómo hace sus cosas" es la premisa para evadir la responsabilidad de la decisión que se tomó.
A quien engañar con que no se tiene desconfianza, de que no se siente rabia y en que la sensación de que nada va a cambiar está tan latente como la de que todo se repite...
Las razones deben ser las más fuertes, y no precisamente para salir corriendo...
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