lunes, 12 de septiembre de 2016

Che, el perro a la lona... De cómo casi me "argentinizo".

Durante el último año tuve una de las que podría decir, es la mejor experiencia profesional hasta el momento. Obviamente todo tiene altos y bajos, pero realmente lo bueno fue mucho más representativo que lo poco de malo.

Primero que todo, alcancé a realizar 9 viajes a la Argentina, lo cual fue genial para darme cuenta lo satanizados que tenemos a los pobres respecto a su forma de ser con nosotros los colombianos. Segundo, estaba en mi área, Quality Assurance y Project Management lo cual me enfocó en el rumbo que quiero darle a mi vida laboral. También me di cuenta lo útil que era saber y entender la lógica de SAP (otro pobre sistema satanizado -yo lo amo-). Pero creo, o más bien estoy segura, que me cambió en la forma de pensar sobre las relaciones con los demás.

Obviamente llevo un buen tiempo sintiendo que el amor es algo idealizado y que siempre se acaba, es como un encantamiento y la mayoría termina aferrado a lo que les hace sentir el estar enamorados y no a lo que valoran de la otra persona; de ahí tanta relación de cartón (o de megapixeles y kb con esto de las redes). Otro tema es el manejo de la tusa y el desespero de muchas chicas por ver en cada hombre un potencial marido, o, en su defecto, socializar con grupos de personas solo "por ver qué hay" basado en el físico o descartando tipos sólo por detalles superfluos como que "no hubo un click".

Ahora, no me suban a la horca solo porque estoy generalizando porque no es así, es solo que he estado viendo diferentes grupos de amigas que no se conocen entre sí, y a excepción de las casadas, el comportamiento es casi el mismo, sin contar con que yo también he tenido mis malas rachas.

Luego de salir (hang out, no dating) con hombres de diferentes nacionalidades, 4 distintas sin contar los amigos colombianos del turno, todos coincidieron en lo mismo: A LOS LATINOS NOS GUSTA EL DRAMA. Y sí, suena a generalidad y evidentemente estoy hablando de los otros latinos, no ud. que está leyendo esto, pero se trata de hombres y mujeres por igual. Nos falta practicidad, y es duro el choque cuando tienes que aprender a vivir con ello, incluso en el trabajo. Está bravo/a, está ocultando algo, mínimo se come a otro/a, de pronto no le gusto tanto, que me escriba él/ella primero... Y sí, todos pensamos en eso cuando las cosas se salen de control y las conversaciones no se dan como nosotros las hemos planeado. Nos gusta el drama, complicarnos y no ser lo suficientemente directos.

Mi finalidad no es ser autoayuda, ni dar consejos porque seguramente estoy más jodida y rayzda con el mundo que muchos que estén leyendo esto. A final cada quien es libre de hacer con su vida un circo y de martirizarse por lo que crea que lo merece, pero yo creo que deberíamos analizar y ser un poco más críticos con nuestros comportamientos, de pronto por eso hay cada vez gente más infeliz y repartiendo mala vibra por el mundo.

Pues digo ¿no?...

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