Ahora tengo un allien verde, hoy he decidido nombrarlo "Mi alliencito alegre", super cursi no? pues sí, hoy he sonreído, como una tonta, entré a mi habitación lo vi y me hizo sonreír. Es esa sensación que hace mucho tiempo no tenía, creo que desde el 6 de septiembre (y no pregunten por qué ese día). Esa sensación tonta que me hace recordar que las cosas más inocentes y tiernas son las que dejan huella en mi memoria, esa memoria que recuerda uno a uno los detalles que no cuestan mucho sino aquellos que me toman de sorpresa y sobretodo que son realmente oportunos sin existir ocasión especial.
Ha sido un mes complicado, tal vez dos, pero parece que al final me veo compensada por ser quien soy, y eso me hace feliz y aunque el stress y la ansiedad se han apoderado de mi últimamente, doy gracias de que existan personas a mi alrededor que se preocupan por mí, por verme sonreír, por hacerme sentir bien, porque un abrazo de 5min me puede devolver toda esa fuerza que siento perder cuando algo que es importante en mi vida se ve amenazado y me demuestra toda la fragilidad que puedo tener dentro, porque saber que hay quien acuda en mi rescate cuando no sé que hacer y me siento angustiada no tiene precio, porque me gusta valorar a todos y cada uno de los seres que me rodean y aunque muchas veces no tengo lo que quisiera tener, sé que Dios está ahí para darme lo que me merezco y sobre todo lo que va a servir para mi bien.
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