Como lo había deseado por meses, ahora pertenezco al sistema, ingresé a la fila de trabajadores de mi amado país. Y créanme se siente un fresquito que hace mucho tiempo ni el McFlurry más chocolatoso, ni la Coca-Cola en lata más fría me habían generado.
El fin de semana pasado asistí con Ms Despalomada al Eco-Yoga fest en el Jardín Botánico, el cual se realiza cada 45 días y reúne personas interesadas en relajación, yoga, comida vegetariana y todo el manejo de energía y chacras. Y bueno, gente desparchada un domingo que le gusta probar comida nueva (Ms Despalomada y Baby Banana). Lo mejor de todo, es que luego de esto llegué a la conclusión de que he llegado a un punto en que debo ir a un lugar lleno de budistas, hippies, medio tostados para sentirme un poquito normal.
NO ESTOY DICIENDO que la gente que gusta de este tipo de disciplinas sean budistas, hippies medio tostados, sino que si es muy raro ver tanta gente que definitivamente no encaja con el modelo de personas que el sistema capitalista actual exige en un mismo sitio y que definitivamente no les importa encajar, pero se ven tan felices, tan armónicos con la naturaleza. No sé si tanta dicha sea cierta. Al fin y al cabo vimos un budista con crocs originales.
Finalmente, me di cuenta que no podría vivir en un estilo de vida en el cual fuera una persona dedicada al trabajo voluntario, haciendo meditación y esperando que el pago de los recibos me llegue del cielo. Es necesario estar en el sistema, tener un trabajo y así sea estar dentro de una rutina, saber que se tiene una ocupación y me están reconociendo dicha labor me da mucha tranquilidad en la energía de mis chacras. Me alegra y equilibra mucho ser vegetariana, la protección animal y del medio ambiente pero supongo que es necesario tener un sustento para en un futuro o incluso ahora mismo poder contribuir a que este mundo sea más viable o aunque sea un poco más vivible con los demás. Hare Krishna.
El fin de semana pasado asistí con Ms Despalomada al Eco-Yoga fest en el Jardín Botánico, el cual se realiza cada 45 días y reúne personas interesadas en relajación, yoga, comida vegetariana y todo el manejo de energía y chacras. Y bueno, gente desparchada un domingo que le gusta probar comida nueva (Ms Despalomada y Baby Banana). Lo mejor de todo, es que luego de esto llegué a la conclusión de que he llegado a un punto en que debo ir a un lugar lleno de budistas, hippies, medio tostados para sentirme un poquito normal.
NO ESTOY DICIENDO que la gente que gusta de este tipo de disciplinas sean budistas, hippies medio tostados, sino que si es muy raro ver tanta gente que definitivamente no encaja con el modelo de personas que el sistema capitalista actual exige en un mismo sitio y que definitivamente no les importa encajar, pero se ven tan felices, tan armónicos con la naturaleza. No sé si tanta dicha sea cierta. Al fin y al cabo vimos un budista con crocs originales.
Finalmente, me di cuenta que no podría vivir en un estilo de vida en el cual fuera una persona dedicada al trabajo voluntario, haciendo meditación y esperando que el pago de los recibos me llegue del cielo. Es necesario estar en el sistema, tener un trabajo y así sea estar dentro de una rutina, saber que se tiene una ocupación y me están reconociendo dicha labor me da mucha tranquilidad en la energía de mis chacras. Me alegra y equilibra mucho ser vegetariana, la protección animal y del medio ambiente pero supongo que es necesario tener un sustento para en un futuro o incluso ahora mismo poder contribuir a que este mundo sea más viable o aunque sea un poco más vivible con los demás. Hare Krishna.
"Tranquillité d'espirit"
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