domingo, 25 de abril de 2010

Retiro la venda de mis ojos

En este momento de mi vida es cuando tengo más claro que nunca lo que no quiero y lo que quiero también. Es difícil ver una realidad que siempre estuvo en frente de uno y no se asumió, cuando todas las evidencias estaban ahí, cuando el sexto sentido no engaña, cuando se sabe que se ha cometido el error pero la testarudez no tiene límites y evita que uno acepte que está mal.
Cuando nos equivocamos es muy duro admitirlo, pero es el primer paso para corregirlo; yo lo admití, estoy en el proceso de corregirlo, pero tal vez no me arrepiento.
No puedo negar que siento tristeza, porque esa soy yo, porque me duele retirar personas de mi vida, porque tengo que tomar decisiones que no sería necesario tomarlas si en su debido momento hubiera actuado sabiamente y no me hubiera dejado llevar por espejismos pero reitero, yo soy así, yo me entrego, yo quiero, yo confío y tengo fe, procuro maximizar los buenos detalles de las personas, procuro ver lo bueno, eso que nadie ve, conocerlas a fondo, llegar al corazón y revelar cosas que nadie más ha podido encontrar, aguantarlas, perdonarlas, tener paciencia, hacer sentir bien, cuidar.
En este momento mi corazón está congelado, tal vez si le falta un pedazo, pero no aspiro a recuperarlo, sigo pensando que dejar una buena huella en la vida de los demás contribuye a que la ley de compensación esté a mi favor y no se encargue de jugarme malas pasadas.
Sólo puedo desear suerte, la compañía de Dios, que no haya arrepentimientos y que si los hay sean descubiertos a tiempo, pido que la vida dé madurez, porque aunque no sea tan divertida a ratos es muy necesaria, para aprender a pensar en los demás, en asumir las consecuencias en sí mismo y en la vida de las personas que se dice querer, doy gracias a la vida por haber conocido, por haber encontrado; por que no puedo ser mala, porque aunque me duela tengo que admitir que no puedo odiar, que no puedo guardar rencor, que simplemente perdono lo que me pudo herir, y espero me perdonen las incomodidades que pude causar, porque la vida nos pone a cada uno donde debemos estar, y si te puso en mi camino era porque tenia algo que aprender, algo que extrañar y algo que sentir, y es bipartito.
En este momento me quito la venda, afronto la vida, sigo adelante y sonrío, porque el mundo sigue, porque he crecido y porque he cerrado un ciclo, porque hice las cosas por convicción y porque sé que tarde o temprano todo lo malo que actualmente a ratos me puede entristecer va a ser un motivo más para sonreir al recordarte y que aunque juro no volver a caer en lo mismo, es una experiencia que me hizo feliz y me ayudo a recuperar muchas cosas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger