miércoles, 4 de diciembre de 2013

La afinifad que hace verdaderos dramas...

No quiero conocer a nadie más de lo que me conozco a mí misma. No quiero que mi cerebro tenga bluetooth. No quiero que mis ideas y pensamientos parezcan de otro. No quiero que vayan demasiado rápido conmigo, ni que se asusten porque tenemos afinidad... porque tengo afinidad con casi todo el mundo.
Así como "la corrupción es inherente al ser humano", almacenar información poco relevante pero que define a una persona es inherente a mi personalidad; me explico, conozco el gesto exacto que dura una centésima de segundo y que hace Mr. R cuando no está de acuerdo con algo. Conozco esa palabra que Ms. N odia que le digan, así lo disimule, cuando se la están levantando. Me sé el orden exacto en que Mr. M empieza a consumir un plato y que no cambia religiosamente. Conozco la respuesta a ciertos chistes incluso antes de que me hable cuando se los cuento a Mr. T. Y son detalles que quizás a nadie le importe pero por alguna extraña razón, yo los almaceno.
Lo triste de esto, es que yo puedo oler una discusión, un final, una mentira sin siquiera tener que verlos a la cara, y para mí es triste porque cuando uno tiene el sentido de autoconservación y el instinto en modo de alerta la predisposición a cambiar con esas personas es latente y ahí comienzan los problemas.
Primero, porque uno se envidea, yo no soy showcera con el sujeto pero si soy autodramática. Yo lloro, me deprimo y culpo a la vida por conocer tanto a esa persona. Si me dan papaya confronto con indirectas y me duele en el alma cuando el silencio me corrobora que tenía razón.
Segundo, el sentido de autoconservación del otro prefiere pelear, asegurar y mentir con tal de no caer, eso le genera karma y no hay cosa que yo más deteste en la vida y que nunca olvide es que me mientan.
"Aquarius will not hold a grudge, but they will keep it in the back of their head about how crappy person you are." 
Sigue siendo complicado que yo quiera creer y empezar de cero. Hasta hice un pacto de no agresión, pero ver que de nuevo los fantasmas se me aparecen y que tengo razón, que algo no anda bien, es demasiado triste. Ver que estoy en un estado de ánimo y de salud que lo complica todo y que tal vez por no hacerme daño, por hacerme inquebrantable me están desmoronando a pedacitos, eso no termina bien. Eso es karma.
No quiero conocer demasiado a alguien, quiero alguien que me sorprenda en el buen sentido de la palabra, no quiero almacenar esa información que luego me va a hacer daño, no quiero que la afinidad me la sigan cobrando caro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger