Uno de estos días de mi horrible "Faringoamigdalitis crónica" (según el cute doctor Joaquin Rueda, uno calvito del servicio médico UN muy normalito él pero que hablan como si de verdad le importara la enfermedad de uno), me encontraba hablando con un amigo sobre lo desdichada que es mi vida por ser tan entregada a los demás y no recibir ni la mitad de lo que doy.
Con mi tipica explicación de "yo no doy para que me den" y la respuesta de "igual uno siempre espera algo" me explicaba la perfecta analogía de lo que es mi forma de ser. "Uno vivia sin el celular muy tranquilo, no lo necesitaba. Luego lo compró, es lo máximo uno quiere que todo el mundo sepa que tiene celular, cuida de que no se raye o le pase algo, y lo usa a toda hora... luego se acostumbra a tenerlo y a sus maravillosas funciones, ¿qué pasa? ahora es un accesorio más" esto es a groso modo lo que me pasa a mí. Suelo hacer demasiadas cosas por la gente, trato de ser lo más especial posible, y que pasa? la gente se acostumbra, me vuelvo un accesorio más, las cosas que hago ya no son especiales ¡Son obligación! y peor aún, como doy taaaaaaanto recibiendo poco, claro para qué esforzarse más si "Ella es así"... Uyyy eso me dolió.
No sé qué me duele más, si ver que mi amigo tiene tooooda la razón del mundo o ser tan ingenua de pensar que mi comportamiento va a ser especial siempre y no una obligación. He tomado una decisión, medir mi comportamiento, establecer límites, ser más observadora QUIÉN SE MERECE QUÉ, así uno nunca sale decepcionado, nunca espera nada de nadie, y los demás aprenderán a acostumbrarse que esta BabyBanana es más que un accesorio al cual acudir sólo cuando se sienten mal...
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