El martes ya entrada la noche, un amigo me hizo tener un flashback sobre el más famoso cuento infantil que hay en el mundo, Le Petit Prince, cuando lo leí en ese entonces (10 años) fue por iniciativa propia pero no fue algo trascendental en mi vida, es más, la mitad de las cosas que decía el cuento no las recordaba...
Como mi cuento fue hurtado de mi sagrado altar bibliotecario, recordé que tenia una versión en pdf de 33 páginas que esa misma noche logré leer en 35minutos sin contar las constantes interrupciones de mi msn, pero sentía un vacío, las ilustraciones tal vez o simplemente el pdf jamás reemplazará el papel en cuanto a obras literarias.
El jueves pasé por una librería y entré para ver los nuevos libros ya que hace mucho que no leo uno de verdad, y recordé el dichoso cuento, y efectivamente lo compré... aunque el pdf logró sacarme sonrisas leer el libro en físico me llenó mucho más.
En este momento, siento que este libro para niños ha sido más trascendental que muchos otros para gente "mayor" y le ha dado sentido a aquello de lo que yo tanto me quejo y que llamo "ser cute". Y es que en cuanto a domesticar gente se trata, soy una experta, me refiero; malacostumbrar gente, consentir demasiado, y demostrar que cada quien es único para mí, que pueden haber 5000 rosas a mi alrededor pero mi rosa es única, es la que quiero y lo es por el tiempo que he compartido con ella, así no sea mucho. Aunque me quejo de que me apego demasiado a las personas, es agradable entender que así como yo asocio recuerdos y momentos con una persona en específico es posible que a los demás también les pase conmigo, y aunque tenga que llorar cada vez que me tengo que alejar de alguien, me gusta saber que en un futuro, escuchar una canción, ver cierta película o incluso ver en mi escritorio el libro de Le Petit Prince, hará que piense en esa persona única e irremplazable y recordar cuánto la quiero...
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